En la sencillez esta la elegancia decían algunos. entre mas sencillo seas mas feliz estarás decían otros.
Yo a lo largo de la vida he llegado a amar la sencillez, y con ella todo lo que la sencillez es para conmigo.
Como todos en la vida he tenido que pasar por momentos donde las cosas no son para nada sencillas, y sobre todo yo no he sido sencillo. El tratar de encajar en un mundo de apariencia y status quo te crea un desface entre lo que eres y lo que la sociedad desea que seas.
Especialmente en los años 80, una de las épocas del exceso, el tener lo mejor de lo mejor y estar cambiando constantemente era casi que obligado. La mejor ropa, los mejores accesorios, la mejor música en los mejores reproductores.
Si yo fui un adicto a las compras, si yo fui un despilfarrador de millones en cosas que en este momento ya ni tengo o ni valieron la pena.
Y al cabo de los años y de muchos tumbos, de muchos choques con la gente, la realidad y sobre todo conmigo mismo, he botado esta idea de lo material, lo ostentoso y sobre todo, he botado la idea de complicarme la vida.
Cada uno de nosotros debe de seguir su camino, es un movimiento inexorable hacia delante, queramos lo o no. Hemos venido solos al mundo y nos iremos solos del mundo. y con esto, nuestra misión dentro del mundo es solo dar amor, de nosotros a los demás; no importa su reacción, no importa si lo aceptan o no; solo es dar amor.
Reitero lo que puse en el capítulo anterior, porque, por mas que queramos, la vida es individual; tu no puedes salvar ni ayudar a nadie mas que a ti mismo. A los demás, les puedes mandar todo el amor, los buenos deseos y todo lo que sientas, mas sin embargo, si uno no decide dar un paso, no habrá como cambiar su destino, porque este camino es individual.
Esta es una parte del amor que duele a veces mas de la cuenta, o al menos en mi caso es desgarrador; saber que uno ama tanto a la gente y trata que estén bien, y aun así, por mas que uno trate, no salen adelante por sus propios pies, sus propios miedos e inseguridades o porque no decirlo, por su propia soberbia y su falta de entender y ser mas abiertos.
Me he encontrado muchas personas a las cuales les he abierto el corazón, les he dado mi ser entero, y ni aun así han logrado entender y seguir adelante. Y esto me llena de tristeza; pero aun así, debo seguir mi camino.
Al final, todos vamos a llegar al mismo destino, lo que pasa es que cada uno tiene un camino que recorrer, un destino que seguir que, aunque es el mismo, cada uno de nosotros lo ve diferente.
A lo largo de la vida tenemos compañeros de viaje diferentes, algunos que vemos como amigos del alma, otros como personas de temporada, otros solo son por un instante... Sepamos valorar el lugar de quienes tenemos a nuestro lado siempre, nuestros verdaderos cómplices de viaje, aquellos que no se apartan de nuestro lado y que esperemos que lleguen con nosotros a la meta.
Seamos sencillos, veamos en todo lo simple. Al ver lo simple, veremos mas allá de lo sublime, porque veremos la verdadera luz de nuestra vida saliendo a flote.
Aprende a disfrutar cada paso de tu propio camino y a ser un caminante alegre. Al final, solo tu llegaras a tu destino... y de ahi veras que muchos al mismo tiempo llegaron a sus destinos y todos podremos ser plenos.
Yo a lo largo de la vida he llegado a amar la sencillez, y con ella todo lo que la sencillez es para conmigo.
Como todos en la vida he tenido que pasar por momentos donde las cosas no son para nada sencillas, y sobre todo yo no he sido sencillo. El tratar de encajar en un mundo de apariencia y status quo te crea un desface entre lo que eres y lo que la sociedad desea que seas.
Especialmente en los años 80, una de las épocas del exceso, el tener lo mejor de lo mejor y estar cambiando constantemente era casi que obligado. La mejor ropa, los mejores accesorios, la mejor música en los mejores reproductores.
Si yo fui un adicto a las compras, si yo fui un despilfarrador de millones en cosas que en este momento ya ni tengo o ni valieron la pena.
Y al cabo de los años y de muchos tumbos, de muchos choques con la gente, la realidad y sobre todo conmigo mismo, he botado esta idea de lo material, lo ostentoso y sobre todo, he botado la idea de complicarme la vida.
Cada uno de nosotros debe de seguir su camino, es un movimiento inexorable hacia delante, queramos lo o no. Hemos venido solos al mundo y nos iremos solos del mundo. y con esto, nuestra misión dentro del mundo es solo dar amor, de nosotros a los demás; no importa su reacción, no importa si lo aceptan o no; solo es dar amor.
Reitero lo que puse en el capítulo anterior, porque, por mas que queramos, la vida es individual; tu no puedes salvar ni ayudar a nadie mas que a ti mismo. A los demás, les puedes mandar todo el amor, los buenos deseos y todo lo que sientas, mas sin embargo, si uno no decide dar un paso, no habrá como cambiar su destino, porque este camino es individual.
Esta es una parte del amor que duele a veces mas de la cuenta, o al menos en mi caso es desgarrador; saber que uno ama tanto a la gente y trata que estén bien, y aun así, por mas que uno trate, no salen adelante por sus propios pies, sus propios miedos e inseguridades o porque no decirlo, por su propia soberbia y su falta de entender y ser mas abiertos.
Me he encontrado muchas personas a las cuales les he abierto el corazón, les he dado mi ser entero, y ni aun así han logrado entender y seguir adelante. Y esto me llena de tristeza; pero aun así, debo seguir mi camino.
Al final, todos vamos a llegar al mismo destino, lo que pasa es que cada uno tiene un camino que recorrer, un destino que seguir que, aunque es el mismo, cada uno de nosotros lo ve diferente.
A lo largo de la vida tenemos compañeros de viaje diferentes, algunos que vemos como amigos del alma, otros como personas de temporada, otros solo son por un instante... Sepamos valorar el lugar de quienes tenemos a nuestro lado siempre, nuestros verdaderos cómplices de viaje, aquellos que no se apartan de nuestro lado y que esperemos que lleguen con nosotros a la meta.
Seamos sencillos, veamos en todo lo simple. Al ver lo simple, veremos mas allá de lo sublime, porque veremos la verdadera luz de nuestra vida saliendo a flote.
Aprende a disfrutar cada paso de tu propio camino y a ser un caminante alegre. Al final, solo tu llegaras a tu destino... y de ahi veras que muchos al mismo tiempo llegaron a sus destinos y todos podremos ser plenos.