Todos hemos visto cuando alguien nos sonríe; pero detrás de esa sonrisa, ¿hay algo sincero?
Todos pasamos por cosas, tanto buenas como "malas" y vemos como la gente reacciona ante las buenas con felicitaciones y buenos deseos, y con las malas con frases de apoyo y deseos que se solucione; sin embargo, ¿Cuántas veces han sentido que todo lo que te dicen es completamente lo contrario? Yo en mi caso demasiadas veces. Desde que yo soy yo, he sentido que el mundo me aprisiona y quiere verme caer y no poder lograr mis metas. Por eso es que he tenido que luchar duro toda mi vida. La gente ve algo en mi que yo aun no he descubierto por lo que ha intentado por todos los medios de doblarme y hacerme parte del "bloque". Es como si fuera el triangulo en un juego de cuadrados; la pieza discordante en todo lugar y con todos los entornos.
Y que tiene esto que ver con la envidia te preguntas, pues todo. Para ti, querido lector, ¿qué es la envidia? Desear lo que tienen los demás, querer vivir la vida de los demás, pensar que somos mas o menos que los demás y ver con malos ojos todo lo que hacen, dicen o tienen.
Yo he sentido en mi vida dos clases de envidia. La primera, o como yo lo llamo, la envidia de Abel, es aquella que me alegra en sobremanera cuando alguien llega a una meta, cumple un sueño o termina un proyecto; es poder saber que has hecho un gran esfuerzo y llegado a tu meta. Es ese lindo sentimiento que lo embarga a uno y le dice cuanto me gustaría estar en ese lugar en ese momento, especialmente en estos tiempos donde mis proyectos personales están de camino, pero se muy bien que me falta un tramo por recorrer. Es un sentimiento que me llena de alegría, de buenas energías que se que regresan a mi para seguir dándome fuerza para seguir adelante.
De la otra envidia, que como podrás imaginar es la envidia de Caín, es un sentimiento mucho mas oscuro, retorcido y sobre todo con un tono siniestro. Es algo que nace del centro del cerebro, desde el punto medular donde los sentimientos mas reales y mas básicos se dan. No tiene forma precisa ni tiene momento en que puede atacarte. Es como una ráfaga que de un momento a otro simplemente entra y te dice.. porqué yo no. Y si le pones atención, te puede tomar desprevenido y con esto tomarte en sus garras y hacer de tu vida el mismo infierno.
Por supuesto, yo he pasado por mas de una vez donde la envidia de Caín se apodera de mi al punto que me nubla la manera lógica de pensar.
¿de qué envidio a la gente? Veamos; envidio a los delgados y atléticos por poder mantenerse en forma y tomar sus cuerpos como máquinas bien aceitadas; envidio a los gordos por no tener de que preocuparse y comer sin pensar en un mañana; envidio a los que tienen el cabello largo o que tienen la cabeza con cabello por tenerlo y poder hacer con ello lo que quieran; envidio a los calvos que no les importa y ven en su calvicie una manera de verse mejor.
Envidio a los bronceados por tener la piel color aceituna y verse con un brillo diferente; envidio a los blancos leche por poderse ver bien siendo pálidos; a los casados por tener una pareja, a los solteros que no les importa y siguen en su vida promiscua si así lo quieren; a los heterosexuales que aman al sexo contrario y los gays que aman a su mismo sexo y hacen altares de amor a sus amados.
Envidio al justo que puede dormir tranquilo mientras sabe que no debe nada ni tiene que preocuparse, y al ladrón que duerme tranquilo sin que le importe nada porque todo lo cubre con seguir robando.
Envidio al que ama sin reparo y no le importa seguir amando y al agresor que no le importa cuanto daño hace porque sigue en su "estabilidad".
Envidio a la gente que tiene todo el tiempo del mundo y no lo aprovecha y a los que tienen tiempo para todo.
Si envidio a todos los seres distintos a mi realidad porque no tengo nada de lo que ellos tienen; detesto que ellos tengan eso que yo quiero y no puedo tener. Yo no tengo las cosas que merezco y por eso mi odio hacia los demás ha ido creciendo a lo largo del tiempo. Hasta he llegado a envidiar a la gente mala, si, esos que hacen daño, los agresores, los asesinos, los ladrones de cuello blanco y los comunes, los drogadictos que no les importa nada, las y los prostitutos que venden su cuerpo sin importarles nada con tal de tener placer y mas dinero. He llegado hasta envidiar al mismo Satanás que no le importa nada ni nadie y deja que todo se vaya por un tubo sin importarle porque debe de ser así.
Yo no tengo nada, simplemente doy, doy y doy y muchas veces ni siquiera agradecen ni me toman en cuenta lo que doy, muchas veces ni siquiera se preguntan si estoy bien y siguen pidiendo, piensan que tengo todas las respuestas, que soy una fuente de apoyo ilimitado y no se dan cuenta que a veces hasta yo mismo he llegado a envidiar a mis dependientes por tener a alguien como yo apoyándolos porque ¿quien me apoya a mi?
Mis niveles de frustración se han elevado a niveles gigantes a veces debido a mi envidia, ese horrible sentimiento que nubla mi pensamiento y solo pide a gritos que el mundo me de mi lugar, que me aprecie, que me digan un te quiero, que me ayuden en mis peores momentos que tengo necesidad de amor y NADIE se da cuenta.
Por que yo he de pasar por tanto sin que nadie lo note y me ayude y peor aun, ¿porqué sigo ayudando si lo que recibo al final es una patada cuando ya no sirvo o ya no puedo dar mas?
Envidio y mucho, me nublo de envidia y no deseo a veces ni siquiera hablar con el mundo fuera de mi porque simplemente explotaría en improperios contra el mundo reclamando la falta de apoyo, la falta de amor, la falta de una palabra de aliento y sobre todo una muestra de verdadero agradecimiento por estar ahí.
Envidio a mi familia que sigue junta y me dejo relegado fuera por no poder entenderme, a mis amigos que tienen sus familias bien montadas y son llenas de amor y progreso, la gente que gana mas que yo trabajando mucho menos... Pero sobre todo, ENVIDIO A LOS QUE SON AMADOS CON LOCURA, envidio a los que pueden recibir amor a manos llenas y lo toman a veces por sentado.. Envidio a los que pueden recibir un abrazo a diario sin pedirlo, una palabra de amor todos los dias sin tener que iniciar la conversación, a los que reciben palabras de apoyo siempre y los que son mimados y queridos, los que no tienen que ser un mendigo de amor, porque si, yo me he sentido como un mendigo de amor, buscando quien me quiera y en muchos casos encontrando a las personas incorrectas o peor aún, a las personas correctas pero que no entienden o no pueden darse el lujo de amarme como yo los amo..
Y aún y a pesar de todo esto, de no tener nada, la gente me envidia. la gente piensa que yo tengo todo en la vida y puedo darme el lujo de ser quien soy y dar todo lo que doy, y envidia que puedo darme el lujo de ser yo... Hasta han envidiado y tratado de robarme el corazón, mi mayor tesoro y la fuente de mi riqueza personal, porque el dinero, el lujo y todo lo demás, aunque lindo, va y viene, pero el amor y el corazón que late dentro de este hombre, si, es único, es diferente, es sin igual.. y por eso me envidian.
Mi querido lector, busca dentro de ti mismo y encontrarás tu envidia de Caín. Mírala a los ojos y decide hablarle, antes que te coma viva y haga que tu vida sea un infierno.. y si, vivo en constante batalla entre la envidia de Abel y la envidia de Caín dentro de mi. Aprende a controlarla sino quieres que un día te despiertes y llorando te des cuenta, no te quedo nada, y aun así, la gente te envidia.
Todos pasamos por cosas, tanto buenas como "malas" y vemos como la gente reacciona ante las buenas con felicitaciones y buenos deseos, y con las malas con frases de apoyo y deseos que se solucione; sin embargo, ¿Cuántas veces han sentido que todo lo que te dicen es completamente lo contrario? Yo en mi caso demasiadas veces. Desde que yo soy yo, he sentido que el mundo me aprisiona y quiere verme caer y no poder lograr mis metas. Por eso es que he tenido que luchar duro toda mi vida. La gente ve algo en mi que yo aun no he descubierto por lo que ha intentado por todos los medios de doblarme y hacerme parte del "bloque". Es como si fuera el triangulo en un juego de cuadrados; la pieza discordante en todo lugar y con todos los entornos.
Y que tiene esto que ver con la envidia te preguntas, pues todo. Para ti, querido lector, ¿qué es la envidia? Desear lo que tienen los demás, querer vivir la vida de los demás, pensar que somos mas o menos que los demás y ver con malos ojos todo lo que hacen, dicen o tienen.
Yo he sentido en mi vida dos clases de envidia. La primera, o como yo lo llamo, la envidia de Abel, es aquella que me alegra en sobremanera cuando alguien llega a una meta, cumple un sueño o termina un proyecto; es poder saber que has hecho un gran esfuerzo y llegado a tu meta. Es ese lindo sentimiento que lo embarga a uno y le dice cuanto me gustaría estar en ese lugar en ese momento, especialmente en estos tiempos donde mis proyectos personales están de camino, pero se muy bien que me falta un tramo por recorrer. Es un sentimiento que me llena de alegría, de buenas energías que se que regresan a mi para seguir dándome fuerza para seguir adelante.
De la otra envidia, que como podrás imaginar es la envidia de Caín, es un sentimiento mucho mas oscuro, retorcido y sobre todo con un tono siniestro. Es algo que nace del centro del cerebro, desde el punto medular donde los sentimientos mas reales y mas básicos se dan. No tiene forma precisa ni tiene momento en que puede atacarte. Es como una ráfaga que de un momento a otro simplemente entra y te dice.. porqué yo no. Y si le pones atención, te puede tomar desprevenido y con esto tomarte en sus garras y hacer de tu vida el mismo infierno.
Por supuesto, yo he pasado por mas de una vez donde la envidia de Caín se apodera de mi al punto que me nubla la manera lógica de pensar.
¿de qué envidio a la gente? Veamos; envidio a los delgados y atléticos por poder mantenerse en forma y tomar sus cuerpos como máquinas bien aceitadas; envidio a los gordos por no tener de que preocuparse y comer sin pensar en un mañana; envidio a los que tienen el cabello largo o que tienen la cabeza con cabello por tenerlo y poder hacer con ello lo que quieran; envidio a los calvos que no les importa y ven en su calvicie una manera de verse mejor.
Envidio a los bronceados por tener la piel color aceituna y verse con un brillo diferente; envidio a los blancos leche por poderse ver bien siendo pálidos; a los casados por tener una pareja, a los solteros que no les importa y siguen en su vida promiscua si así lo quieren; a los heterosexuales que aman al sexo contrario y los gays que aman a su mismo sexo y hacen altares de amor a sus amados.
Envidio al justo que puede dormir tranquilo mientras sabe que no debe nada ni tiene que preocuparse, y al ladrón que duerme tranquilo sin que le importe nada porque todo lo cubre con seguir robando.
Envidio al que ama sin reparo y no le importa seguir amando y al agresor que no le importa cuanto daño hace porque sigue en su "estabilidad".
Envidio a la gente que tiene todo el tiempo del mundo y no lo aprovecha y a los que tienen tiempo para todo.
Si envidio a todos los seres distintos a mi realidad porque no tengo nada de lo que ellos tienen; detesto que ellos tengan eso que yo quiero y no puedo tener. Yo no tengo las cosas que merezco y por eso mi odio hacia los demás ha ido creciendo a lo largo del tiempo. Hasta he llegado a envidiar a la gente mala, si, esos que hacen daño, los agresores, los asesinos, los ladrones de cuello blanco y los comunes, los drogadictos que no les importa nada, las y los prostitutos que venden su cuerpo sin importarles nada con tal de tener placer y mas dinero. He llegado hasta envidiar al mismo Satanás que no le importa nada ni nadie y deja que todo se vaya por un tubo sin importarle porque debe de ser así.
Yo no tengo nada, simplemente doy, doy y doy y muchas veces ni siquiera agradecen ni me toman en cuenta lo que doy, muchas veces ni siquiera se preguntan si estoy bien y siguen pidiendo, piensan que tengo todas las respuestas, que soy una fuente de apoyo ilimitado y no se dan cuenta que a veces hasta yo mismo he llegado a envidiar a mis dependientes por tener a alguien como yo apoyándolos porque ¿quien me apoya a mi?
Mis niveles de frustración se han elevado a niveles gigantes a veces debido a mi envidia, ese horrible sentimiento que nubla mi pensamiento y solo pide a gritos que el mundo me de mi lugar, que me aprecie, que me digan un te quiero, que me ayuden en mis peores momentos que tengo necesidad de amor y NADIE se da cuenta.
Por que yo he de pasar por tanto sin que nadie lo note y me ayude y peor aun, ¿porqué sigo ayudando si lo que recibo al final es una patada cuando ya no sirvo o ya no puedo dar mas?
Envidio y mucho, me nublo de envidia y no deseo a veces ni siquiera hablar con el mundo fuera de mi porque simplemente explotaría en improperios contra el mundo reclamando la falta de apoyo, la falta de amor, la falta de una palabra de aliento y sobre todo una muestra de verdadero agradecimiento por estar ahí.
Envidio a mi familia que sigue junta y me dejo relegado fuera por no poder entenderme, a mis amigos que tienen sus familias bien montadas y son llenas de amor y progreso, la gente que gana mas que yo trabajando mucho menos... Pero sobre todo, ENVIDIO A LOS QUE SON AMADOS CON LOCURA, envidio a los que pueden recibir amor a manos llenas y lo toman a veces por sentado.. Envidio a los que pueden recibir un abrazo a diario sin pedirlo, una palabra de amor todos los dias sin tener que iniciar la conversación, a los que reciben palabras de apoyo siempre y los que son mimados y queridos, los que no tienen que ser un mendigo de amor, porque si, yo me he sentido como un mendigo de amor, buscando quien me quiera y en muchos casos encontrando a las personas incorrectas o peor aún, a las personas correctas pero que no entienden o no pueden darse el lujo de amarme como yo los amo..
Y aún y a pesar de todo esto, de no tener nada, la gente me envidia. la gente piensa que yo tengo todo en la vida y puedo darme el lujo de ser quien soy y dar todo lo que doy, y envidia que puedo darme el lujo de ser yo... Hasta han envidiado y tratado de robarme el corazón, mi mayor tesoro y la fuente de mi riqueza personal, porque el dinero, el lujo y todo lo demás, aunque lindo, va y viene, pero el amor y el corazón que late dentro de este hombre, si, es único, es diferente, es sin igual.. y por eso me envidian.
Mi querido lector, busca dentro de ti mismo y encontrarás tu envidia de Caín. Mírala a los ojos y decide hablarle, antes que te coma viva y haga que tu vida sea un infierno.. y si, vivo en constante batalla entre la envidia de Abel y la envidia de Caín dentro de mi. Aprende a controlarla sino quieres que un día te despiertes y llorando te des cuenta, no te quedo nada, y aun así, la gente te envidia.